Durante décadas, la familia Yévenes ha cultivado aceitunas en el sur de España, en el municipio de Priego de Córdoba, y ha producido uno de los mejores aceites de oliva virgen extra del mundo: Knolive. Lo que esta familia no sabía era que en sus queridas arboledas se hallaba la clave para escribir un nuevo capítulo en su legado: una marca de cosméticos revolucionaria que aprovecharía el poder de las células madre y los exosomas del olivo. Así nace el proyecto Tadasana Cosmetics.